Hace algunos años, después de mucho tiempo cultivando una conexión profunda con el yoga y sus prácticas, me encontré frente a un desafío. Estaba por comenzar un trabajo que intuía que iba a demandar mucho de mí: tiempo, energía, espacio mental y emocional. Lo había aceptado más por necesidad que por convicción. Sentía que iba a ser difícil mantener mi equilibrio y conexión en ese contexto, así que decidí pedirle un consejo a mi profesor de yoga.
Su respuesta fue tan simple como transformadora: «Buscá y vivenciá el néctar del yoga. Intentá encontrarlo en todo lo que hagas. Gestioná tu atención para que cada práctica sea significativa.»
Esa frase fue una revelación. Empecé a practicarla con intención, buscando pequeños momentos que me conectaran con ese bienestar, incluso en las tareas más rutinarias o desafiantes. Con el tiempo, este concepto se amplió en mi vida y fue trascendiendo al yoga, encontrando su lugar en diferentes aspectos de mi día a día.
En mi casa, por ejemplo, hay un rincón especial que refleja esta búsqueda: un pequeño espacio donde guardo “el néctar” de los libros que he leído. Aunque no tenemos grandes estanterías, este rincón se convirtió en algo único. Allí están aquellos libros que me marcaron, que me dejaron aprendizajes profundos. A veces solo los miro de reojo y ya siento algo. Otras veces, abro uno al azar y encuentro justo la frase que necesitaba leer en ese momento. Ese espacio no es solo físico; es un símbolo de conexión y cuidado personal.
Y esto me invita a reflexionar y a invitarte a vos:
¿Cuáles son tus espacios o momentos de néctar?
Esos lugares o actividades donde sentís que todo cobra sentido, que te nutren y te conectan con lo que más importa.
¿Qué hay de especial en ellos? ¿Cómo podés gestionarlos con intención para que te acompañen en tu bienestar diario?
Te animamos a encontrar tu néctar, a vivirlo en las pequeñas cosas. Porque, al final, esos momentos son los que transforman nuestra manera de estar en el mundo.
#Sináptica360 #BienestarParaElRendimiento #YogaEnLaVida